Ahora que lo pienso, no le diré a tu contestador que te amo.

19/09/2007

Decenas de libros aguardan en la biblioteca, decena de seres aguardan amar y ser amados, decenas de pesos en el banco y en la lata aguardan otras manos para aguardar, como decena de temas esperan ser escuchados en el frío de esta noche, aunque en unos meses los mismos temas esperarán en el calor. En mi mente todo se funde en un cosmopolita albedrío de barullos sin alma.

Hoy estoy nuevamente ante la misma pregunta. Hacer algo de mi vida me resulta cada vez más difícil. No es sencillo seguir cuando todo pierde su importancia. Después de todo, si es que no estaré dentro de algunos años, de qué sirve hacer o no hacer. Hace un tiempo creía que al menos podía cambiar la vida de alguien, ahora puedo reconocer que no es así, tan solo me lleva la vida como llevan las olas a la arena. Hay veces que creo que voy a favor, y a veces en contra. Como si pudiera elegir acaso hacia donde ir. Podría decirle que la amo, ¿lo hago?, pero estoy seguro de que me rechazaría porque le resultaría fácil y dudoso, podría hacerme el difícil e ignorarla, entonces pensaría que no me interesa. Podría armar pensamientos complejos, y verme distante, o pensar trivialidades y ser despreciado. Podría crear un universo tan inverosímil como este, llorar o reír como idiota, podría desaparecer, después de todo, ¿quién lo notaría? Ya sé, yo. Y mientras desaparezco pensaría que estoy huyendo, y que debería hacer algo con mi vida.

Estoy cansado de esforzarme, o más modestamente de gastar mi energía en nadas. Me gustaría saber si alguien tiene un mejor plan. ¿Y si resulta ser que todos nos esforzamos por engañarnos con edenes dibujados en caracteres de fantasía? ¿Si resulta ser que todos colmamos nuestro tiempo en bagatelas mientras aguardamos caminando de espaldas hacia la muerte?

Me imagino a los transeúntes de la vida perdiendo la fe antes que la virginidad, o incluso tratándose de convencer que alguna vez la tuvieron. Yo al menos ya no lo recuerdo. Aunque recuerdo que trataron de convencerme durante mucho tiempo. ¿Qué haría Mr. Neanthertal sin fe en su infernal paraíso?

Miro la caja de fósforos, y me doy cuenta de que ya no sé por qué no fumo. A lo mejor un día me até a un árbol o a una estatua como protesta a mi existencia, a la espera de que la hermosa doncella del frío se acerque a robarme los últimos harapos.

Ayer mientras caminaba por la calle pensaba en que debería agregar en mi testamento una cláusula que indique poner en mi ataúd una brújula en vez de un crucifijo, quizás sea más funcional.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
"...Hace un tiempo creía que al menos podía cambiar la vida de alguien..."

Las personas no se cambian. Las personas son como son. Se respetan como son. Porque esa es la esencia y forma parte de la identidad de una persona.

No te creas omnipotente, capaz de cambiar la vida de alguien, porque no estás haciendo más que demostrar tus propias inseguridades al intentar doblegar, manipular, moldear o cambiar a una persona en lugar de enfretarte a ella.

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